Una empresa saludable necesita empleados sanos
La prevención de accidentes laborales y de enfermedades profesionales no sólo mejora la eficacia de los empleados sino también la competitividad de la empresa.

Actuar en vez de reaccionar

La falta de accidentes laborales no significa la ausencia de riesgos o peligros. Más vale prevenir que curar o reaccionar posteriormente.

El papel fundamental del empresario

El compromiso social del empresario forma un presupuesto esencial para desarrollar una cultura basada en la salud y seguridad en la empresa.

Todos forman parte

Cada miembro es responsable de la seguridad y la sanidad en su lugar de trabajo.
Para que la prevención tenga éxito, todos los empleados y encargados deben colaborar

Las buenas condiciones laborales salen rentables
Las inversiones en condiciones saludables y seguras en el puesto de trabajo son más que rentables.

Divulgar la información a cada empleado
La formación e información actual sobre los riesgos y los peligros en el puesto de trabajo son irrenunciables para el mantenimiento de la seguridad y la salud.

La comunicación propia

La comunicación interna forma parte de una prevención eficaz. Una transmisión adecuada de la información contribuye al mejoramiento de la seguridad y la sanidad en el trabajo.

Aprender de los incidentes
Es necesario analizar y dialogar sobre cada uno de los incidentes que afectan a la salud y la seguridad para mejorar la prevención de riesgos laborales.

Eliminar los peligros desde la raíz

La protección general e integrada proporciona más seguridad que un equipo protector personal.

Mantenerse al corriente

El empresario debe poner al día las normativas y disposiciones legales sobre la seguridad y la salud en el puesto de trabajo, así como la práctica de la prevención de riesgos laborales.